¿Qué hace falta saber del certificado energético?

El certificado energético es un esquema de calificación de un inmueble que proporciona información útil a todos los ciudadanos respecto al consumo de energía y sus características. Este va acompañado de un documento de recomendaciones para mejorar la vivienda y hacerlo energéticamente más eficiente.

Este documento, que clasifica el consumo de energía en una escala que va de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente), se ha convertido en una herramienta clave para promover la sostenibilidad y la reducción del consumo energético. Además, el certificado va acompañado de una serie de recomendaciones para mejorar el rendimiento energético del edificio, ayudando tanto a propietarios como a compradores a tomar decisiones informadas sobre posibles mejoras.

Este certificado no solo es para hacer más eficiente una vivienda, sino que en muchos casos es un requisito legal imprescindible para llevar a cabo determinadas operaciones. En este post vamos a comentar cuándo es obligatorio el certificado energético y cómo obtenerlo.

El certificado energético se necesita en varios casos, sobre todo en los que implican una operación comercial, por lo tanto, ¿cuándo es obligatorio el certificado energético?

• Si vas a vender tu vivienda: No importa si es un piso o una casa, el certificado energético es obligatorio. Tienes que tenerlo listo antes de poner el inmueble en venta, ya que el comprador tiene derecho a conocer la calificación energética del inmueble antes de firmar cualquier documento.
• Si planeas alquilar: Si eres propietario y deseas alquilar una vivienda o local, también deberás tener este certificado. Al nuevo inquilino le debe quedar claro el consumo energético del inmueble, para que pueda tomar una decisión informada.
• En construcciones nuevas: Si has construido una vivienda nueva, ya sea una casa o un bloque de pisos, necesitarás el certificado energético para cumplir con la normativa. Aquí es responsabilidad de los arquitectos y constructores asegurarse de que el inmueble cumple con las normas de eficiencia.

En cuanto a las excepciones, hay algunas pocas. Por ejemplo, edificios con valor histórico o arquitectónico que no puedan modificarse para mejorar su eficiencia energética no están obligados a tener el certificado. Tampoco lo necesitan aquellos edificios aislados de menos de 50 metros cuadrados.

No tener el certificado energético puede salir caro. En primer lugar, te expones a multas que van desde los 300 hasta los 6.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Y eso no es todo, si estás vendiendo o alquilando y el comprador o inquilino descubre que no tienes el certificado, podrían denunciarte o incluso echar atrás la operación.

No solo es un tema legal. También es importante recordar que, sin este documento, tu vivienda podría perder valor en el mercado. Las viviendas con malas calificaciones energéticas o sin certificación pueden ser menos atractivas, lo que afectaría a su demanda.

Cómo obtener el certificado energético de una vivienda es un proceso más sencillo de lo que parece. Aquí te dejamos los pasos para que lo tengas claro:

1. Busca un técnico cualificado: Lo primero que tienes que hacer es encontrar a un técnico especializado en certificación energética. Este puede ser un arquitecto, ingeniero o técnico autorizado. Ellos serán quienes evalúen tu vivienda.
2. La inspección: El técnico visitará tu vivienda y evaluará varios aspectos: el aislamiento, la orientación, las ventanas, el sistema de calefacción, entre otros. Todos estos factores influyen en el consumo energético del inmueble.
3. El certificado: Tras la inspección, el técnico redactará el certificado energético y te lo entregará. No olvides que este debe ser registrado en el organismo correspondiente de tu comunidad autónoma para que sea válido.
4. Validez: El certificado tiene una validez de 10 años. Después de ese tiempo, tendrás que renovarlo si sigues vendiendo o alquilando la vivienda.

El precio del certificado energético puede variar según la vivienda y la región, pero suele estar entre los 100 y 300 euros. Aunque pueda parecer un gasto extra, recuerda que seguir las recomendaciones del certificado puede ayudarte a ahorrar en energía a largo plazo. Te recomendamos echarle un ojo a nuestro post sobre consejos para ahorrar agua.

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